Del pozo sin fondo me sacaste Del monte de la desesperación me libraste Yo que en ningún espacio de la vida te reconocía Dios Me sentía tan sola , abandonada y rechazada. Guardaba mis rencores y mis dolores en el fondo de mi corazón Me sacaste, de lo sucio me limpiaste Me dijiste: ¡Vive!, y soplaste vida en mí De mi desnudez me cubriste Señor Con tu amor sincero me amaste aún cuando yo no era digna de amor Volteaste tu vista a mi Señor y oíste el clamor de mi alma, con una necesidad tan profunda de esperanza y una razón para vivir Busque el éxito en el mundo y no me fue suficiente Y tu pura y santa presencia me fue sació completamente , desde ese momento que te conocí. Y fui anhelando más de ti buscando conocerte más y repudiando el pecado dentro de mí. Hasta que tome la decisión de dejar mis propios sueños por seguirte a ti y fue lo mejor que pude haber hecho en mi vida porque ya no tuve miedo al mundo si tú estabas conmigo. Hubo salvación ...
Toda la Gloria a Él